Desilusión
Vuelvo caminando, casi sin decir palabra. Por la calle la gente va retomando sus obligaciones, todos callados igual que yo sólo nos hablamos con gestos. En cada cruce de miradas la misma conversación tácita, la misma tristeza compartida, cada mirada tiene el mismo gesto de dolor que debe tener la mía. Por eso será que todso me miran como diciendo: "yo te entiendo". Y callado sigo caminando.
Tal vez después llegue el tiempo del análisis, ahora sólo hay lugar para la tristeza.
Tal vez después llegue el tiempo del análisis, ahora sólo hay lugar para la tristeza.
posted by Unknown at
3:36 p. m.
1 Comments:
La tristeza que nos ahoga en este momento y la impotencia de intentar poder transformar en una explicación razonable este momento no nos va a dejar analizar con claridad nada. Tampoco busquemos culpables... fue mala suerte. Esa pisca de azar que en el '86 tuvimos de nuestro lado para que nos salieran todas o ese Goyco mágico que surgió en el '90 para ganarle a Italia desde los 12 pasos. Los penales son una lotería, ya lo sabemos. Argentina dejó todo. Y demostró que Alemania no es ni un poquito más que nosotros.
Lo del árbitro es discutible, pero tampoco es su culpa. Es cierto que ante la duda y en más de una oportunidad se inclinó a favor de los germanos, pero no tuvimos goles anulados, u offsides mal cobrados, ni expulsiones injustas, ni penales sacados de la galera como en la final del '90. Fue un partido chivo para él, y sabíamos que jugábamos con eso en contra y que de una u otra manera, Alemania era "el local" y eso lo iba a favorecer a la hora de algunos fallos.
Podemos culpar a José por los cambios? Personalmente creo que no fueron los adecuados, pero son cuestiones del fútbol y así como nos bancamos los cambios que nos dieron gloria, tambien debemos aceptar éstos. Yo, que tanto lo putee a Riquelme, me dí cuenta que hoy lo precisábamos más que nunca para que frene un poco al equipo al final del segundo tiempo. Estábamos atacando atolondrados y necesitábamos parar la pelota, pensar un poco. Precisábamos al menos un Aimar. Y claramente no un Julio Cruz, jugador que más allá de sus buenas actuaciones en el Ajax y en el Inter, una vez más demuestra que no tiene sangre para jugar en la selección. Pero tampoco él tiene la culpa. El fútbol es así. Y hoy nos tocó perder.
Se cierra un ciclo, decía Pekerman en conferencia de prensa, pero espero que saquemos todo lo bueno de esta experiencia y que valoremos todo lo que dieron estos muchachos, principalmente nombres como Ayala, Sorín, Mascherano, Tevez, Maxi Rodríguez, Saviola. Esta es una nueva generación de futbolistas a los que les quedan varios mundiales por delante, por eso el sueño sigue en pie.
Hoy nos tocó perder. Hoy el angel de los mundiales no nos guiñó el ojo como lo hizo en otras oportunidades. Hoy una ruleta rusa nos dejó afuera de la copa. Pero nos vamos con la frente en alto. Porque el alma argentina todavía está ahí, en el estadio de Berlín, viva en cada una de las lágrimas de nuestros muchachos. Se dejó todo. Tuvimos mala suerte.
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Anónimo, at 4:53 p. m.
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